No hay mejor consejo para una vida saludable, a pesar de los años, de quien luce mental y físicamente, como si el paso del tiempo fuera un compañía amable y gentil.
Y así está Adriano Castillo, popularmente conocido como “Compadre Moncho” por su icónico personaje en “Los Venegas”, quien, a sus 82 años, se mueve por la ciudad con la misma agilidad de un hombre más joven e incluso circula el mito de su increíble don de la ubicuidad.
De esa virtud y las recomendaciones para estar impecable conversó con Maly Jorquiera, invitado a su podcast “Hazte Ver”, en donde dejó en claro que una ventaja indesmentible es la herencia.
“Siempre digo que la primera fortuna que tienes es contar con padres buenos. Ahora, si son excelentes, te sacaste la lotería”, comentó, para luego agregar que “tuve dos padres magníficos que me dieron la genética que me mantiene (así) a los 82 años”.
Pero también existe otra acción que depende de cada persona y que el actor da como un consejo indesmentible. “Por favor, caminen y (háganlo) con el estómago adentro, me lo van a agradecer”, reveló, indicando además que tampoco hay que dejar fuera la actitud y el deber de preocuparse menos.
“Existen problemas que no se van a solucionar nunca. ¿Cómo vas a estar preocupado de la muerte? Es absurdo. Hay gente que sufre pensado en ello y para qué”, reflexionó el artista.
La importancia de la actividad
A esas recomendaciones también sumó el ejercicio mental. “Siempre hay que estar activo (…) Le digo a la gente de mi generación que nunca deje de trabajar. Ahora, si estás enfermo, no se puede no más. Pero si puedes, trabaja y mantente activo porque eso te mantiene vivo y en buenas condiciones”, detalló.
Según Castillo, muchos de los que se toman los años de jubilación como un relajo, terminan sus días antes de lo programado. “Si a mi edad te vas a la casa y te sientas en un sillón o vas a la playa para dedicarte a mirar el mar, yo te digo que en seis meses te estaremos haciendo el discurso en el cementerio”, le confidenció a Jorquiera sobre su método de salud que lo tiene lúcido y vital a toda prueba.