La querida comediante estuvo fuera del matinal de TVN durante unos meses, debido al embarazo y posterior nacimiento de su primera hija, Amal, quien tuvo junto a su marido Karim Sufan.
Sobre esto y muchos otros temas conversó Daniela «Chiqui» Aguayo con Fotech.cl, dejando en claro que su lejanía del «Buenos Días a Todos» no la sintió de tal forma y que la televisión, durante este tiempo, vivió un gran cambio.
¿Cómo ha sido este tiempo fuera de pantalla?
Con el equipo hicimos muy buenas migas en casi dos años que yo llevo en el matinal, que se me han hecho muy cortos, y en verdad yo no lo sentí tanto, porque siempre el equipo estuvo súper pendiente: me fueron a ver a la clínica, venían a la casa, hablábamos por teléfono, cuando aparecía veía los comentarios y era como «ay, qué entretenido esto», entonces en verdad como que nunca me sentí tan lejos tampoco. Fue un proceso que fluyó, finalmente la maternidad, yo no tenía idea, pero uno piensa que es como harto tiempo libre y en realidad es todo lo contrario, ahora no hay tiempo para nada, a veces pienso qué hice todo el día, y nada, ver a la guagua, aprender cosas, llorar un rato, la intento hacer dormir, un día son veinte minutos, un día son tres horas. Se va el día muy rápido y, claro, como estuve tan cerca de ellos, yo no lo sentí tanto, pero sí ellos me hacían saber que me extrañaban mucho, que querían que volviera pronto al matinal, pero cuando yo quisiera. Yo creo que ellos lo sintieron más que yo desde ese lado.
Un gran cambio en tu vida ha sido la maternidad, pero además ha sido en un contexto particular en el país. ¿Cuál es tu opinión sobre la revolución social que vive Chile?
Yo lo he vivido de una manera súper reflexiva porque lo vi mucho de espectadora. Me hubiera encantado estar en la marcha del millón de personas, pero no tenía ninguna posibilidad de estar ahí. Como que esta revolución la viví desde el lugar de la maternidad, no donde podía hacerme una opinión, no desde el lugar en sí. Pero la verdad es que a mí me parece es algo que tenía que pasar en algún momento, yo estando en el matinal pudimos comentar cómo pasaban distintos gobiernos y finalmente nadie se hacía cargo de los problemas importantes que habían de salud, hubo una marcha muy multitudinaria de «No Más AFP» y parece que tampoco nadie se dio cuenta que salieron muchas personas a marchas pacíficamente. Me sorprendió la manera que sucedió, que fueron finalmente los más jóvenes con la evasión en el metro, pero no me sorprendió el fondo, porque en algún momento iba a pasar, pero no había presión, y a mí personalmente, en mi trabajo en el matinal, que también muchas veces el trabajo es social, visibilizar estas desigualdades, parecía que era algo que en algún momento iba a ocurrir. Ahora, la manera en la que sucedió no me la esperaba.
¿Qué piensas del fenómeno generado por la acción performática del colectivo Las Tesis?
Me parece que le dieron un impulso muy bonito al movimiento, siento que cuando aparecieron Las Tesis el movimiento venía amainando un poquito, pero un poquito, y cuando aparecieron Las Tesis que tenían una performance muy bonita, que fue una reivindicación para tantas mujeres. Todas las mujeres hemos ido reivindicando algún acto, porque yo no conozco a ninguna mujer que no haya pasado por algún momento de algún abuso o discriminación. Por lo mismo pienso que es un acto muy bonito y reivindicatorio. A mi hija, Amal, que es muy chiquitita, yo le contaba, le cantaba la canción y me emocionaba porque pienso que puede crecer en una sociedad donde las mujeres estemos mucho más presentes. Me parece también muy inteligente por parte de Las Tesis trabajarlo desde ese lugar, pero en realidad para mi es muy emotivo. Mi admiración total para ellas, encontraron un lenguaje que es pacífico pero a la vez es muy violento, que logra mezclar muchas cosas y me parece que reafirma que todos debemos luchar desde nuestras trincheras. Los cambios se hacen a través de los medios y los reglamentos, pero de manera interna, en la vida de uno, uno debe también hacer cambios y decir, por ejemplo, «a ver, ¿cuánto le pago a la gente que trabaja conmigo? ¿estoy siendo justa con lo que estoy haciendo?», yo creo que llega a remecer todo.
¿Qué rol ha jugado la comedia en todo esto?
Para mí todo ha sido obligadamente observado desde una mirada reflexiva, me tocó maternal este momento tan conmocionado, los cacerolazos, por ejemplo, los viví de otra manera, por mí hubiera estado tocando la cacerola en el balcón, pero sin embargo estaba haciendo dormir a la Amal y tratando de que no escuchara el ruido porque quería que durmiera. Entonces por un lado estaba de acuerdo con todo, pero por otro era como que sea más bajito jajaja pensaba «¿por qué el presidente no habla más temprano? ¡que me despierta a la bendición cada vez que se duerme!». Nuestra obligación como comediantes es hablar de lo que está pasando, siento que los políticos han dado mucho material.
¿Qué esperas con tu vuelta al matinal?
Yo creo que la televisión de alguna manera tomó un giro. Y espero que se quede así, que es más ciudadano, de estar encima del movimiento, que se vayan cumpliendo las cosas que nos han ido prometiendo y, por otro lado, también, creo que la televisión de alguna manera tiene que retomar paralelamente, porque creo que debe seguir acompañando al movimiento social y fiscalizando que esto vaya para alguna parte, pero también la tele tiene que empezar de a poco a mezclarse con la entretención. Hay mucha gente que la está pasando mal y necesita un poco de entretención sin dejar de lado en absoluto la contingencia y tener un rol fizcalizador de lo que se está haciendo. La tele debe ser de muchos colores.