La noche del martes, Martín Cárcamo se trasladó hasta Maitencillo, en la Región de Valparaíso, hasta la casa de Carolina Arregui para participar en el programa «De tú a tú». Ahí, la actriz habló de su historia, de su carrera, de sus amores, de sus errores y sus aciertos.Arregui comienza rememorando su historia de niñez. Creció con su mamá porque su papá falleció de un infarto, meses antes de que ella naciera. Su mamá se volvió a emparejar cuando ella tenía alrededor de los 13 años. Ella le decía papá a su padrastro porque fue quién la crió. “Era una persona hermosa. He conocido pocas personas como mi viejo. Se hizo cargo de todos nosotros. Estuvo apañando a mi mamá”.
En cuanto a su juventud, Carolina comentó que “Quise seguir mi vida sola. Me puse desafíos desde muy chica. Me fui a vivir a una pensión de señoritas”. Ahí recordó que “había que salir a buscar cómo solventar los gastos y ahí decidí darme la vuelta por las productoras”. Lo primero que hizo fue un comercial de licores. Llegó como extra y se quedó como la protagonista del comercial.
A los 18 años llegó a Canal 13, en donde conoció a Óscar Rodríguez, el reconocido director de teleseries de la época. Dice que su personaje Gloria en “Los Títeres” era muy parecida a su historia. Y es ahí cuando le cambió la vida.
Su relación con Rodríguez comenzó en medio del rodaje de la teleserie “Los Títeres”, y se casaron a los pocos meses. “Yo sentí una tremenda admiración por Óscar. Tal vez lo vi un poco papá. Él me acogió. Fue mi compañero, el padre de mis hijos con el que me proyectaba para tener una familia” y continúa: “Trabajar con él, tremendo honor. Guapo. Y muy linda persona. Los años que estuvimos juntos fuimos muy felices”.
Se convirtió en la señora del director, por lo que se rumoreaban cosas como que siempre le iban a dar los protagónicos a ella, y ahí fue cuando dijo: “Me voy de Canal 13. Con el dolor de mi alma. Pero me voy porque necesito trabajar con otro director, con otros compañeros, con otro equipo de personas que crean en mi talento”. Y ahí se fue a TVN, que para ella como actriz fue una experiencia “muy ruda porque fue acostumbrarse a todo de cero. Era un elenco potentísimo, en donde protagonizaba también”. Esto fue antes de “Ángel Malo” en donde volvió a trabajar con su marido de aquel entonces.
“Yo las cagué en un momento de mi vida. Me permití cometer un error y darme cuenta de que perdía lo más importante que había construido en mi vida, y que no lo quería perder bajo ningún punto de vista, que era mi familia. Jamás habría dejado a Óscar a y a mi familia sino hubiera sido por…”. Ella no nombre a Fernando Kliche, su compañero en la teleserie “Marrón Glacé” con el que tuvo un affaire y que provocó el quiebre con su marido. “Esta pega es muy loca. Se confunden los personajes con las vidas de las personas”.
Debido a ese tema reflexiona que a ella la sacaron de las teleseries y a su compañero no, lo que hoy es inaceptable. En ese momento no se lo cuestionó. Ella declara que perdió demasiado por un juego. “Yo era una pendeja de 26 años. Me había casado a los 18, no había tenido pololo y yo haciendo de bonita, de heroína en las teleseries. Jugar con fuego, ojo que te puedes quemar a lo bonzo”. A pesar de todo lo que pasó afirma que “no me arrepiento de las cosas que han pasado, porque si no hoy no estaría con Roy, por ejemplo, no tendría a mi familia reunida”.
Fueron momentos difíciles. «Comencé a hacer los mismos pololitos de antes. Con la cabeza en alto, pero muy humildemente y con el orgullo golpeado”. Pero tenía a sus hijos bajo su alero y eso para ella no tenía precio. Recalca que ahí fue mamá por primera vez a tiempo completo. También cuenta que se encerraba en el baño a llorar para que sus hijos no la vieran.
Confiesa que sí, tuvo excesos, pero que se exageraron. “Le pusieron mucho color. Me acuerdo que me tenía que mantener flaca, tenía que estar siempre delgada porque para ser protagonistas tenían que ser flacas. Para eso, en esa época se tomaba anfetaminas. Yo tenía a varias amigas que estaban en la misma que yo”.
Sobre cuántas veces se ha enamorado, responde que de joven y de mayor. De Óscar (Rodríguez) y de Roy (Sothers). Amores distintos.
En cuanto a su actual marido, cuenta que ella estaba grabando “Machos” y estaba decidida a operarse para bajar de peso. Le habían recomendado a este cirujano por lo que fue a verlo. Logró convencerlo de que la opere y dice que fue la peor decisión y la mejor. “La mejor porque lo conocí, pero la peor porque lo pasé como el hoyo. Terrible, es atroz”. En el post operatorio le pidió que la fuera a ver porque ella no podía. Y se pusieron a conversar y lo encontró muy interesante, y eso le gustó. “Ahí comenzaron a pasar cosas muy de a poco. Yo con hijos, él también. Ya estaba separado pero muy reciente”. No recuerda bien en qué minuto pasó todo, pero fue muy bonito.
También confiesa que le puso un alto a las intervenciones ya que hubo un momento que se aplicaba ácido hialurónico. “No hay que abusar de las cirugías. Encuentro que es lindo envejecer. Antes entendía que en la televisión había que mantenerse joven. Después los papeles no son los mismos. Pero de repente ver las arruguitas y dejarse vivir, que la vida pase por ti, tiene su encanto”.
Con Sothers llevan 18 años juntos y se casó hace 5 años. “Nos dimos cuenta de que la familia que habíamos construido era una familia power, linda, estable. Nos dimos cuenta de que queríamos envejecer juntos, vivir juntos, compartir la vida juntos. Quisimos sellar nuestro amor con una ceremonia en donde todos nuestros hijos estuvieran presente y estuvieran de acuerdo. Fue algo muy hermoso”.
La actriz dice tajantemente que sí está enamorada y que lo que le preocupa es que uno de los dos se vaya antes, lo que es muy probable “pero a esto no me estoy escapando. Aprendí. Creo que me lo merezco y porque todos los días estoy haciendo algo para sentir que lo que hoy tengo lo debo agradecer. Es lo mejor que me pudo haber pasado a estas alturas de mi vida. Hoy estoy feliz, me siento contenta. Tengo muchas ganas de entregar de mi lo mejor. Creo que lo mejor que puedo entregar de mi es amor”.