La caja de Pandora sobre el acoso sexual y abuso de poder se abrió y ya parece difícil cerrarla. Ahora salieron de ella antecedentes que involucran a Mario Kreutzbeger, don Francisco, relatados en el libro de la biografía no autorizada escrita por Laura Landaeta.
Según los antecedentes recogidos por la periodista y comentados en una columna publicada en El Mostrador, el animador solicitaba favores sexuales en camarines a cambio de televisores, lavadoras y electrodomésticos, y que las propias mujeres que trabajan en su equipo lo señalaban como «peligroso».
La autora de «Don Francisco: Biografía no autorizada de un Gigante» –que escribió hace dos años- dice que habla hoy de ello porque quiere refrescar la memoria respecto que el abuso y el acoso no partieron con Herval Abreu o Nicolás López, sino con el famoso rostro televisivo.
“En la década de los ’80, Mario Kreutzberger usó su mediático alter ego, Don Francisco, para cambiar sexo por favores y regalos. Y no sólo lo hizo en Chile, también en Estados Unidos, donde fue denunciado en agosto de 1994 por la modelo mexicana Ana Gómez, con la cual llegó a un acuerdo de silencio a cambio de miles de billetes verdes”, cuenta Landaeta.
También comenta sobre el círculo de poder que lo rodea y protege, que hablan de él como dignidad eclesiástica, pero que en privado comentan, pero se cuidan porque tienen miedo.
Además, la periodista dice que haber desarrollado esta investigación tuvo sus costos profesionales: “No sólo se me cerraron las puertas laborales cuando lancé la investigación, sino también recibí amenazas solapadas y anónimas por mi libro”.