Este viernes, en la exitosa vespertina de Mega, se vivirá una de las escenas más emotivas entre Marco (Andrés Velasco) y Armando (Héctor Noguera). Padre e hijo se emocionarán hasta las lágrimas tras haber quedado al descubierto que el primero sufre de Alzheimer.
Las historias que ha ido desarrollando “Como La Vida Misma” a lo largo de su emisión no han dejado indiferente a sus seguidores. Y una de ellas, es la de Armando, personaje al que le fue diagnosticado Alzheimer y que, a pesar de intentar de ocultarle su enfermedad a sus seres queridos, finalmente su hijo descubrió su condición de salud.
Fotech.cl tuvo la oportunidad de conversar con Andrés Velasco sobre cómo ha sido interpretar a Marco, donde ha tenido que enfrentar la homosexualidad de su hijo Joselo (Max Salgado) y la enfermedad degenerativa de su padre.
La forma en que trató a Thiago (Francisco Dañobeitia) cuando supo que era el pololo de Joselo (Max Salgado) fue muy criticada en redes sociales, ¿cómo lo encontraste tú?
Marco enfrenta todos los conflictos desde la negación y ése es el peor punto de partida. Cree que sus propios pesares siempre son por culpa de alguien y, en este caso, los dardos apuntan a Thiago. Lo culpa de engatusar a su hijo, de meterle ideas en la cabeza, de haberlo seducido y haberlo “transformado en gay”. Sale lo peor de Marco, su mentalidad anquilosada, retrógrada, destructiva.
Se viene un difícil momento para Marco, enterarse de la enfermedad de su padre, ¿qué te ha parecido el arco del Alzheimer de Armando (Héctor Noguera)?
De a poco nos hemos ido enterando, como sociedad, de qué se trata esta enfermedad y sus implicancias. Lo dramático de la ausencia progresiva de la mente de un ser querido. La despedida inminente del cuerpo cuando la persona ya está lejos de ser lo que era. Eso que le toca vivir a tantas familias, se ha querido contar como parte de los temas que nos afectan a todos. Como la vida misma, en este caso, reflejo de nuestras penas.
¿Qué le pasará a Marco con este descubrimiento? ¿Será parte de su evolución como personaje?
Nos ha tocado presenciar el difícil proceso de evolución de un personaje con muchas limitaciones. A ratos da la impresión de que se niega a crecer, pero la vida se ha encargado de darle una serie de duras lecciones que lo han puesto bajo el lema patrio de nuestro escudo. Si no quiso entender por la razón, tendrá que ser por la fuerza. Finalmente, Marco tendrá que tenderle la mano y poner como prioridad a su padre, quien le dio todo el apoyo, incluso más del merecido, a lo largo de toda su vida. Tal vez es el golpe más duro, ése que terminará por ajustar aquellas piezas sueltas en el puzle mental de Marco, que tal vez, si no es ahora, no será nunca.
¿Cómo enfrentaron junto a Héctor Noguera las escenas más difíciles de la teleserie?
Cuando los conflictos son tan claros, no es mucho lo que hay que preparar. Con Tito hemos tenido una mecánica sumamente funcional. Sencillamente nos miramos y empezamos a vivir la realidad de los personajes. A veces darle más vuelta al asunto, complica las cosas o da una versión muy procesada de la realidad. Salvo detalles, todo fluye espontáneamente.
¿Cómo te tomaste la nominación a Mejor Actor de Soporte en los Premios Caleuche por tu rol de Marco?
Siento un placer enorme ante el reconocimiento. Me lleno de alegría y gratitud. En general, este personaje me ha dado muchas alegrías, porque la gente lo odia, pero rápidamente lo comprenden. Ese vuelco emocional que provoca el personaje en el espectador es muy atractivo.
¿Crees que a tus pares se les pasó nominar a Héctor Noguera en la misma categoría?
Desconozco cómo operan los jurados de las nominaciones de los Caleuche, pero estoy seguro que no dejarían pasar el trabajo actoral de los colegas sin revisarlo con detención. Si esta vez no recibió la nominación puede haber sido sencillamente por falta de votos.