Una larga carrera es la que tiene Andrea Hoffmann. Y en ella no sólo se dio el lujo de trabajar en la TV, sino también de cambiar de carrera televisiva más de una vez.
Egresada de Educación Física, aprovechó su talento para el baile y entró a trabajar en el Bafona. Pero curiosamente, desde el ballet pasó al café concert, trabajando en los shows de Cristián García-Huidobro y Coco Legrand. De ahí, el salto a la TV fue inevitable, y se dio en 1992 con el icónico programa irreverente de La Red, “El Desjueves”, donde formaba parte del staff de baile. “Fue un muy lindo programa y un muy buen inicio en televisión, pero mi mamá casi me quitó el saludo. Fue terrible porque yo salté desde el Bafona, bien tapada, a salir con portaligas en la tele”, cuenta.
Luego llegó su etapa más recordada, cuando arribó a Canal 13 para integrar y luego dirigir el cuerpo de baile de “Venga Conmigo”, en lo que pronto se convertiría en la Generación 2000. “Tuve entre mis alumnos a Ocaranza, a la Carolita Oliva, tengo muy lindos recuerdos de esa época”, señala Andrea.
Pero de repente, con más de 35 años, hizo un giro completo a su carrera televisiva. “En algunos programas me invitaron a ser jurado, y ahí descubrieron que además de bailar y contar hasta 8, yo hablaba de corrido”, ríe. Entonces la invitaron a conducir el “3×3”, programa matinal que requirió que realizara grandes esfuerzos para mantenerse informada. “Iba antes de Iván Valenzuela y Carola Urrejola, tremendos periodistas, entonces para hablar en pantalla tuve que estudiar mucho. Yo me encargaba del tránsito vehicular, así que me quedé todo un verano estudiando las cámaras de la unión operativa de control de tránsito”, recuerda.
¿Y qué pasó con el baile? “Tuve que colgar las zapatillas y no las tomé nunca más, se quedaron colgadas”, cuenta la también locutora de radio La Clave. Y se quedaron colgadas totalmente hasta que tuvo un primer reencuentro con la danza en 2016 cuando integró el jurado de “Bailando” junto a Neilas Katinas. Y ahora se descuelgan del todo al convertirse Andrea en una nueva participante del estelar “Aquí se baila: Talento vs. Fama”, junto a su acompañante, el también veterano Mauro Mora.
“Con Mauro, que es mi compañero de baile de siempre, nos conocemos desde el ‘Venga conmigo’. De repente hablando vemos que está este programa de baile y me dice ‘¿Te gustaría participar?’. Le digo: ‘No sé, pelao, estamos viejos. Mira las piruetas que hacen estos cabros. No sé si nos vayan a llamar’. Y al poco tiempo me llamaron”, cuenta Andrea.
Según comenta, la coreógrafa aceptó la invitación en base a que es una gran oportunidad para dar un mensaje. “Con Mauro somos la pareja ochentera, entre los dos juntamos más de 100 años”, ríe, y señala: “Yo creo que la gente que ve televisión es la gente de nuestra edad, entonces nos vamos a encontrar con un público que nos veía en el ‘Venga conmigo’. Lo que queremos es darles el mensaje de ‘Siga haciendo lo que le gusta, que no lo jubilen, no diga que ya no está para esto’. Porque uno tiene que seguir haciendo lo que le gusta y tener desafíos para mantenerse activo y vigente”.
A pesar de su experiencia, los años fuera de práctica, asegura, le han pasado la cuenta en los ensayos. “Es difícil pero nos gusta. Se siente el paso de los años. Esto es como un deporte de alto rendimiento, y el bailarín de verdad baila aunque sea con lesiones, entonces estar en este programa es revivir el tirón que no me cuidé alguna vez cuando bailé, o el tobillo que me esguincé y baile igual vendada”, dice. Sin embargo, volver a calzarse las zapatillas de baile ha sido todo un descubrimiento.
“La flexibilidad no la he perdido, porque nunca dejé de hacer actividad física. Lo que se pierde a veces es la fuerza muscular para los lifts, cuando quieres elevarte. En eso nos hemos enfocado, en tratar de ir recuperándolo. Además, estoy feliz de haberme reencontrado con un montón de gente en el canal, una familia que no veía hace tiempo”, cuenta.
En cuanto a sus expectativas en el estelar de Canal 13, Andrea señala que tiene claro que el nivel es alto y que el desafío es inmenso. Por eso, sabe que sus fortalezas como pareja no van tanto por el lado de las piruetas.
“No vamos a competir con los grandes pasos de baile de los más jóvenes, que son más arriesgados y tienen más destreza física. Pero venimos con un mensaje y tratando de dar un buen espectáculo, porque la gente se lo merece”, destaca.