La actriz que firmó contrato por dos años con TVN, interpretará a Isabel Grau, hija de los dueños de la naviera donde se ambienta “Témpano”, la nueva teleserie vespertina de la señal estatal. A diferencia de su hermano Álvaro (Francisco Melo), ella siempre ha sido un total caos, a los dieciséis años quedó embarazada de un empresario norteamericano con el que se casó y se fue a vivir a Texas donde tuvo tres hijos más. Hace algunos años volvió a Chile y aunque sigue siendo criticada por su familia hará lo imposible porque ellos no se enteren de lo peor: está en la ruina debido a su mala administración.
Isabel tiene una búsqueda constante por el amor y satisfacción sexual lo que le genera conflicto con Malú (Delfina Guzmán), su madre, debido a su descontrolada forma de amar. Eso no será un impedimento para que se entregue a la pasión y se involucre en una aventura amorosa con el chef de la tripulación Luciano Estévez (Álvaro Gómez), lo que ella no sabe es que comparte el amor de ese hombre con su propia hija Mónica (Carolina Varleta).
Estás de vuelta en TVN…
Sí, lo encuentro súper bonito, porque es como volver a la casa de los padres. Antes me habían llamado para “Martín Rivas”, pero yo estaba viajando, así que no pude, por lo mismo ya habíamos tenido unas conversaciones por ahí, pero siempre es bueno, son los amigos, los técnicos, todos los entornos, a pesar que no conozco a casi nadie del elenco, porque en tres años se renovó bastante el área dramática, pero es entretenido. La Delfina es mi madre en la teleserie, y es exquisito trabajar con ella, peleamos como locas. Además que tengo cuatro hijos –Nicolás Brown, Carolina Varleta, Emilio Edwards y Luciana Echeverría– con los que tuvimos que rápidamente hacernos amigos para poder relacionarnos y trabajar todos desde un solo lugar.
“Témpano” es una teleserie de suspenso, ¿cómo ves este estilo de historias a las 20 hrs?
Bien, entretenido. La producción está empujando un poquito la línea de la franja de las ocho en términos de contenido, porque se va a tratar con el género del thriller que antes era bastante de teleserie nocturna, y también el tema de relaciones más pasionales con un poquito más de soltura.
Cuéntanos algo más de Isabel Grau…
Isabel es muy inmadura, ella cree que tiene doce años, está con problemas de ambientación, le gustan los minos jóvenes, y trata a sus hijos como hermanos, como amigos, y no como hijos, entonces va a estar constantemente confrontada por la familia para que madure, para que crezca, para que caiga a la tierra, y ella sólo quiere pasarlo bien y disfrutar todo, y claramente lo pasa muy bien. Mi personaje es la nota fresca dentro de todo el drama, la tragedia, la tensión y los asesinatos que hay en la teleserie, con Álvaro Gómez, al menos en los primeros capítulos, le ponemos la cuota de seducción y amor a la historia.
¿Qué te parece este nuevo personaje?
Me gusta mucho porque es muy real, dice todo lo que se le pasa por la cabeza sin ningún filtro, siempre está provocando movimiento, y siento que es un momento, socialmente y del mundo, de ser reales, de decir lo que a uno le pasa tal cual sin miedo a ser rechazado, a qué van a decir de ti, al tema de la imagen, que nosotros los chilenos somos súper apegados a nuestra imagen, de cómo nos debemos ver y no es necesariamente como somos. Entonces creo que hay que ir ajustando eso, y bueno, si ajustarlo requiere de este movimiento y que a otros se les muevan cosas, que se haga responsable cada cual de lo que cada uno tiene de juicio o de culpa. Así que es un personaje muy fresco, muy entretenido en ese sentido.
La otra semana se van a grabar a los Campos de Hielo, ¿qué te parece la posibilidad de conocer esos paisajes con la teleserie?
Maravilloso, justamente eso fue uno de los nexos fuertes para aceptar el proyecto, estuve en el elenco de Sabatini que salió a diferentes partes de Chile y que luego se dejó de hacer por un tema presupuestario, y que ahora se retome, me encanta, porque es una posibilidad de ver el país y de ver esa zona. Además que las teleseries de hace un buen tiempo que se exportan, entonces también es una forma, como hacen los brasileños, de vender su país turísticamente a través de sus áreas dramáticas, tú ves una teleserie y te dan ganas de conocer ese lugar, esa playa. También es un plus mostrar los paisajes nacionales, la belleza alucinante que tenemos como país, así que van a ser muy lindos esos viajes.
A principio de esta semana se supo que Canal 13 canceló la teleserie que iba a ser su competencia en marzo, ¿qué opinas de la decisión que tomaron?
Encuentro terrible que finalmente Canal 13 no se afirme con lo que quieren hacer y obviamente pasa porque no son claros a la hora de determinar qué hacer, no son claros los órdenes piramidales, entonces nunca se sabe de dónde vienen las decisiones. Estuve dos años en Canal 13 y siempre fue así, pase por la administración Moulian que privilegió el rating, luego vinieron otros que quizás privilegiaron el contenido, ahora hay otros que están muy enfocados en que sea bueno el contenido y por eso cancelan la teleserie, porque según ellos no alcanza el nivel, pero siempre hay algo más. Realmente necesitan una renovación y ponerse al día de lo que está sucediendo en el mundo, porque ahí siempre se chocan en los contenidos, en que la iglesia, en que temas tratar, de qué manera y creo que eso es lo que ahora tiene que despercudirse definitivamente y darse cuenta de lo que estamos viviendo hoy, donde estos temas ya están más que tratados a nivel de propuestas dramáticas de todos los canales, entonces se están quedando atrás y es ahí donde se pisan la cola, luego tratan de buscar otro nicho que les permita entradas económicas, pero el área dramática sin duda es muy fuerte, y de ahí de nuevo se entrampan por los contenidos, además que no tienen la respuesta del público, porque no están al día de lo que la gente quiere escuchar. Creo que ése es el gran desafío de la nueva administración y del grupo económico que se está haciendo cargo de Canal 13, y espero que así sea, porque es lamentable por los técnicos y los equipos, ahora mismo que hubo los despidos, donde la gente no tiene ninguna responsabilidad de las determinaciones a nivel gerencial, entonces ojala que se aclare el cuento.