Si hay un cine emblemático en Santiago de Chile, ese es el Cinépolis de La Reina. Un lugar que, aún para muchos, sigue siendo el Cine Hoyts La Reina. En dicho espacio, el público puede disfrutar de las principales películas que llegan a las carteleras, además de ser el sitio elegido para realizar los avant premiere de muchos grandes estrenos, además de ser el escenario de otro tipo de eventos de importancia.
Pero hoy está siendo noticia por un motivo totalmente diferente. El Diario Financiero (DF) publicó una nota divulgando que el edificio que alberga el Cinépolis de La Reina está en venta.
De acuerdo a lo informado, el recinto no pertenece a Cinépolis Chile, que a su vez es la filial local del conglomerado mexicano Cinépolis. Desde 2019, su dueño es Banchile Rentas Inmobiliarias, dependiente de Banchile Administradora General de Fondos (AGF), y se lo arrienda a la empresa dedicada a la exhibición de películas.
Bien ubicado y con ingresos asegurados
Aunque el proceso se estaría desarrollando de manera muy discreta, trascendió que el actual propietario encargó el proceso de venta del inmueble al Banco Itaú, entidad que estaría contactando a los posibles interesados de manera directa, sin intermediarios. Serían principalmente compañías aseguradoras, family offices (oficinas dedicadas a manejar el patrimonio de familias adineradas) y a otras entidades que gestionan fondos de renta.
DF entrevistó a Sebastián Ortega, subgerente de Consultoría y Estudio de GPS Property. El ejecutivo estimó que el edificio podría costar entre 400.000 a 700.000 UF; es decir, de 15.700 millones a 27.500 millones de pesos.
El atractivo del edificio radica en su ubicación. Cuenta con un alto flujo de personas, una estación de Metro a solo unos pasos, sobre el eje que forman las avenidas Ossa, Bilbao y la autopista AVO, y en una zona de buena infraestructura comercial. Con todos esos atributos, el inmueble puede generar ingresos estables mediante un contrato de arriendo a largo plazo.
Sin embargo, el procedimiento no implica que si la venta se concreta, el Cinépolis La Reina y sus más de quince salas de exhibición desaparecerán. Ello, porque esta empresa alquila el recinto a través de uno de los mencionados contratos de arriendo de largo plazo, de modo que su operación no debiera verse afectada. De hecho, todo esto asegura incluso que el nuevo dueño tendrá asegurado un flujo de ingresos desde el inicio.