Hoy, después de “Adrenalina”, Canal 13 empezará a retransmitir una de sus teleseries más emblemáticas. En la historia emitida por primera vez en 1999, destacaron, entre otras cosas, los parajes de Valparaíso y Viña del Mar, el debut en telenovelas de Paz Bascuñán y Diego Muñoz, y una villana que quedó inmortalizada en la historia de la televisión chilena: Raquel Thompson.
La matriarca de la familia viñamarina sobre la que gira gran parte de la acción fue interpretada por la actriz María Izquierdo, quien desde hace más de una década está alejada de las teleseries.
Ahora rompe su silencio en torno a la pantalla chica para hablar sobre este reestreno y el regreso de uno de los papeles más aplaudidos de su carrera y de la historia de las teleseries chilenas. En ese sentido, María Izquierdo señala que “tengo que reconocer que estoy totalmente desvinculada de la televisión. Estoy muy conectada con lo que está pasando en Chile y a veces me suena un poco marciana la programación de la televisión. Sin embargo, supongo que hay mucha gente que ve las teleseries del pasado y las recuerda con cariño”.
La intérprete confiesa que “yo tengo muy buenos recuerdos de esa teleserie porque grabábamos en Valparaíso, que es un lugar maravilloso, y por todos los compañeros y compañeras con los que trabajé. No los he visto nuevamente porque, por lo general, no se vuelve a ver a la gente a menos que uno trabaje con ellos, y yo no he vuelto a trabajar en la televisión, entonces es una pequeña capsulita de pasado”.
Acerca de la nostalgia que existe por “Cerro Alegre”, Izquierdo manifiesta que “yo creo que la gente la recuerda, en parte, por la influencia de la canción de los créditos, interpretada por Joe Vasconcellos, que estaba muy buena. También me parecía relevante todo el trabajo audiovisual que se hizo para los créditos, estuvimos largas jornadas con un equipo súper profesional. Me acuerdo que el puerto brilló, estaba presente, era una presentación bonita y que se queda en la memoria”.
A lo anterior, agrega que “el humor de esa teleserie también era bastante interesante y había gente que hacía cosas muy bonitas, actores y actrices, había presentación de actores y actrices. Asimismo, creo que había una estética muy bonita y una intención en relación a la vida del puerto, no sé si tan genuina, porque era en el contexto del género teleserie, pero sí había un olor a puerto”.
¿Y cómo rememora su alabado rol? Ella dice que es el público siempre quien tiene que evaluarlo, pero desde el lado de ella lo ve así hoy: “el personaje de Raquel Thompson fue muy catártico y entretenido de interpretar, porque me permitió echar afuera mucha rabia, mucha ira, y, al mismo tiempo, me permitió recurrir a todo un abanico de palabras y gestos que yo había observado en mi vida, en un mundo pseudoaristocrático que conservaba ciertos hábitos en el lenguaje y en el trato hacia las personas, y me pude inspirar y volcar toda esa observación en este personaje”.
A eso suma que “yo no soy muy de personajes protagónicos, en general hice muy pocos en la televisión, y éste fue uno de los pocos que hice, y tenía este carácter de villana que me permitía entrar en la oscuridad, la maldad, la mentira, la rabia, la codicia, la ambición y el miedo, que son emociones sumamente atractivas para ser interpretadas y danzar ahí con el cuerpo y la voz”, sintetizando que “fue una tremenda experiencia para volcar toda esa observación”.
