La ex panelista del matinal de TVN habló con Jordi Castell en el programa “El Aperitivo”, transmitido por el Instagram Live de @revista_velvet. Ahí la comediante conversó de todo y contó algunos cambios que hubo en el «Buenos Días a Todos» a partir de los recortes de presupuestos, entre otros temas.
En la conversación con el fotógrafo, Daniela Aguayo contó que se encuentra pasando la cuarentena con su marido Karim y su hija Amal, que no ha salido de su casa porque es muy paranoica con el tema del coronavirus “no he salido en más de un mes de la casa, me arreglé para hablar contigo. No he salido, soy paranoica, nunca hemos salido”. Aunque en realidad está encerrada hace rato desde el nacimiento de su hija, “nació cerca del estallido social así que estuve encerrada, más o menos 6 meses vengo encerrada. Hasta cocino ahora, no cocinaba nada, era la reina de pedir comida”.
Como ya es de público conocimiento, la comediante perdió un hijo antes de Amal lo que la hizo vivir un embarazo con mucho susto, “yo tuve una perdida antes de tener a la Amal, lo pasé pésimo, tan mal, que todo el embarazo lo viví con susto y hacía cosas absurdas. Íbamos a celebrar después de cada ecografía, subí como 20 kilos porque todo lo celebrábamos con comida”. Chiqui creía que sería una mamá relajada porque fue muy aprensivo su embarazo, pero cuenta que es todo lo contrario, “soy lo más aprensiva del mundo, duerme conmigo de la mano hasta el día de hoy. Muy primeriza en todo, muy asustadiza”.
Además se dio el tiempo para hablar sobre la televisión, dice que le gusta en general, que no es prejuiciosa con ciertos programas, aunque confesó que «nunca me hubiera imaginado trabajando en un matinal, eso si que no estaba en mis planes”.
Aguayo cree que la televisión antes era mucho más glamurosa, que ahora es más austera, aunque hay gente que no lo asimila aún, “yo cuando estuve en el Club de la Comedia, ese tiempo era mucho más glamurosa la tele, había más plata para todo, es que ahora no hay nada. Sólo seis meses hubo palta en el matinal, llegó la crisis y no había palta para tomar desayuno, a ese nivel de pobreza. Hay gente que no asimila esto, en su momento era tirar y abrazarse y muchas lucas, y que algunas reuniones de pautas se hacían en el Liguria con facturas que después las pagaba el canal, otra época, pero ahora la tele en general es mucho más austera”.
En cuanto a su paso por Viña del Mar, Aguayo cree que le faltaba experiencia y que nunca pensó todo el escándalo que iba a generar su show, “en el momento que llegó fue muy pronto en mi carrera. Ahora puedo hacer el análisis con más distancia. Para mi llegar a Viña fue muy rápido, yo soy actriz, estaba súper alejada del humor. Me dieron libertad absoluta para trabajar, nunca pensé en ese gran debate que se formó. Que estuviera enojado ese lado más conservador de Chile, dije algo estoy haciendo bien”.