“Medellín, la más educada” se titula el episodio de hoy de “Adictos al claxon”, el único programa cultural chileno que se emite en horario prime de la TV abierta a través de La Red
Esta noche, La Red derribará mitos y mostrará cómo se vive en la ciudad de Medellín, famosa por ser la cuna y centro de operaciones de Pablo Escobar. A las 23:00 horas, el canal multicolor emitirá un nuevo capítulo de la serie documental “Adictos al claxon”, único programa cultural chileno que se transmite en horario prime de la televisión abierta.
La serie codirigida por Juan Ignacio Sabatini y por Juan Pablo Sallato -ambos directores de “Ojos rojos”, el documental más visto en la historia de Chile- muestra en 12 capítulos la realidad actual de 10 ciudades latinoamericanas, más Miami, a través de los ojos y testimonios de sus taxistas, verdaderos termómetros de la situación social de las metrópolis donde circulan.
Este domingo, “Adictos al claxon” recorre a fondo la ciudad de Medellín, que para muchos aún evoca narcotráfico, crimen organizado, sicarios y guerrilla. Pero la ciudad que en las décadas de los ochenta y los noventa fue considerada la capital mundial de los asesinatos muestra hoy otra realidad, que se hace evidente con monumentales obras arquitectónicas.
Entre los testimonios que muestra el programa financiado por el fondo CNTV está el de Kenedy Mesa, uno de los cientos de ciudadanos colombianos desplazados a causa de las guerrillas y el paramilitarismo, quien reinventó su vida escribiendo su experiencia como desplazado, en los tiempos libres que le deja su trabajo de taxista.
Mesa mostrará la cara de una urbe que, tras el objetivo de lograr la equidad social a través de la educación se transformó en una ciudad de y para los ciudadanos, constructora de pactos bajo la premisa del respeto privilegiando la participación equitativa de todas las comunidades que la conforman.
Además de los taxistas, la Medellín de hoy es dibujada con las entrevistas al director de cine y escritor Víctor Gaviria, al arquitecto Juan Manuel Peláez y al escultor Luis Fernando Peláez.
El director Juan Ignacio Sabatini recuerda su experiencia al grabar en la otrora violenta ciudad colombiana: “Medellín se presenta como un escenario turbulento y complejo, que busca reinventarse a través de la arquitectura de gran escala y la intervención urbana: el espacio público entendido como el sitio de la igualdad social, la convivencia y la integración”, describe y ejemplifica: “Bibliotecas en medio de las poblaciones más peligrosas de la ciudad; escaleras mecánicas que abren espacios y comunican a las personas; parques inspirados en el ciclo lunar, en los pies descalzos de los niños, en los deseos; un metro-cable que en su viaje ofrece vistas de imágenes con consignas pro vida y libertad. Transitar estos espacios aleja inmediatamente del imaginario esa ciudad violenta rendida a la voluntad de Pablo Escobar”.
“La ciudad no es el paraíso, pero claramente ya no es el infierno de las décadas pasadas”, remata Sabatini.